Adelma Stolbun…
Soy una persona como tú, con sus luces y sus sombras, que tiene la extraordinaria suerte de vivir de lo que le apasiona.
He creado un proceso terapéutico llamado “Atención Sostenida”, un camino hacia la toma de consciencia para conseguir un mayor bienestar, producto de un camino personal y profesional que comenzó hace más de 20 años cuando tuve que aprender a convivir con varias enfermedades crónicas que se fueron sucediendo en mi vida y que hoy considero una condición de vida más.
Desde el conflicto personal que supone la aparente pérdida de la salud, pasando por todas las fases del duelo, alcancé la plena aceptación de mí misma, convirtiendo lo que el mundo denomina enfermedad en una vía para amarme de forma incondicional.
Todo ello, junto a una formación a lo largo de todos estos años en Psicología Clínica, Gestión de Conflictos, Coaching y PNL, entre otras valiosas herramientas, me permiten hoy en día ejercer como Psicóloga Sanitaria y como Coach.
Siento que he tenido dos vidas. Una primera alrededor de mi primera carrera, Ingeniería en Informática, centrada en el futuro (familia feliz envejeciendo juntos, planes de pensión, carrera profesional definida, etc.), en la que vivía como tantas personas, centrada en tener, en alcanzar una meta tras otra, siempre visualizando el siguiente objetivo. No reniego de esa etapa porque alcancé una felicidad relativa, aunque vivía desconectada de mi misma y se iba instalando una sensación de vacío que no dejaba aflorar con tanta actividad laboral y de ocio. Caía rendida cada día y no había aprendido aquello de que “la felicidad no es tener lo que quieres, es querer lo que tienes”.
Además tantos años alrededor de proyectos centrados en el área de Recursos Humanos y siempre relacionados de alguna forma con la Formación, me aportaron tablas para hoy dar cursos en el área de desarrollo personal. Por otro lado, liderar equipos, contratar personas, evaluarlas, velar por su desarrollo de carrera, caminar de la mano en proyectos complejos, hacer mentoring, y un largo etc., me aportó una experiencia muy valiosa para trabajar hoy en día como Coach Ejecutivo.
Varios episodios de pérdida de salud consecutivos, incluyendo la amenaza de no poder ser madre, movieron mis cimientos y me dejaron muy vulnerable, pero abrieron el camino a lo que considero mi segunda vida. De esa etapa que parecía tan dura recibí regalos inesperados, entre ellos, encontrar mi verdadera vocación, la psicología. Comencé sin prisa pero sin pausa a estudiar la licenciatura para prepararme a lo que hoy me hace muy feliz.
En otro momento mágico la vida me puso en el camino la terapia grupal denominada “El juego de la atención”. Revisé aún más profundamente mi historia emocional, para terminar eliminando de mi vida todos los velos que ocultaban mi verdadero Ser, lo que hoy en día llamo identidad esencial. En el año 2005 me incorporé como ayudante, donde estuve mas de 10 años, evolucionando desde ese primer papel de observadora ávida de aprendizaje, a Terapeuta. También fui parte activa del equipo al que nos tocó volcar las técnicas terapéuticas en un programa docente que comenzó como una especialización en la Fundación Tomillo y hoy en día es un Master en el Real Centro Universitario Escorial Maria Cristina. Y es que estructurar formación e impartirla es de mis mayores satisfacciones.
Una vez ya licenciada, con el Master en Psicología Clínica finalizado, la vida comenzó a traerme a la consulta parejas con problemas, personas que no aceptaban que les fallara el cuerpo, personas con conflictos internos de diversa índole (rabia contenida, culpa no expresada, pérdida de motivación y un largo etc.), que me llevaron a especializarme en Gestión de conflictos, el cual considero como una oportunidad para sacar lo mejor de cada uno.
También la vida me trajo a personas con enfermedades crónicas y personas que tenían que cuidar a sus seres queridos en enfermedades muy duras, algunas de ellas terminales. Aprendí con ellos que incluso en momentos de pérdida se puede mantener el bienestar emocional evitando vivir el duelo de forma patológica. Aprendí lo importante del acompañamiento en el momento de soltar el cuerpo y sé sin ninguna duda que vida y muerte son las dos caras de una misma moneda. Por ello, de la misma forma que hay un buen vivir bien, hay un buen morir.
Uno de las experiencias más gratificantes por el cambio que supuso en mi vida fue la certificación en MBSR, Reducción del Estrés Basado en Mindfulness, un programa de ocho semanas que me aportó herramientas maravillosas para vivir en total aceptación y en «conciencia plena», facilitándome estar bien, presente, más feliz y sintiéndome más leve.
De todos mis bailes con distintas escuelas (Psicoanálisis, Gestalt, Análisis Transaccional, Psicogenealogía, entre otras), de mi experiencia como Psicóloga y como Coach y desde la adopción de la atención plena como modo de vida, he creado un proceso que denomino Atención Sostenida, desde el cual defiendo que cualquier tipo de terapia, además de colocar orden en la vida de quien la sigue, abre un camino para focalizar la atención en valorar lo que se tiene. Si sostienes tu atención en amar todo aquello que la vida te ha dado, puedes centrarte en el aquí y ahora, soltar el pasado y esperar el futuro confiando en la vida. Ello tiene como consecuencia inmediata que cada momento colabore con tu salud emocional, incluso los momentos de dificultad pueden vivirse como oportunidades de aprendizaje. La atención sostenida en procesos tan básicos como respirar, o en procesos nutritivos emocionalmente, como abrazar, te puede llevar a disfrutar la vida de una forma nueva. El objetivo de la atención sostenida es hacer de la vida un camino más feliz.
La vida está llena de luces y sombras, sin duda, y tu gran reto es estar bien al margen de las circunstancias, por muy complicadas que sean. Todo lo que te aleja de ser feliz, de estar bien, no son más que distorsiones. Puedo ayudarte a desprenderte de todo aquello que te aleja de tu bienestar emocional.
Gracias por dedicar este tiempo a conocerme.
Adelma