Considero que cambié mi forma de vivir cuando dejé de preguntarme “¿por qué siempre me pasa lo mismo?”, y comencé a centrar mi atención en qué estaba haciendo para propiciar esa misma situación una y otra vez. En otras palabras, acepté que la vida nos trae aprendizajes que interpretamos como castigos, hasta que cambiamos de perspectiva. Me explico a través de algunos ejemplos:
Cuantas veces te ha pasado aquello de comenzar relaciones de pareja, con gran ilusión, para descubrir con el tiempo, que esa persona que creías -por fin- diferente, no era tan distinta a tus parejas anteriores. Te invito a que lo interpretes como una señal para dar un cambio, para prestar atención a esa parte de ti que estás desatendiendo. Pregúntate si estás cómoda cuando estás en soledad, no vaya a ser que eso te haga buscar una pareja a cualquier precio… Puede que una parte de ti no quiera comprometerse y así terminas con parejas con fobia al compromiso de una u otra forma… Quizás sientas que terminas siempre compitiendo con la madre de tu pareja, y resulta que la relación con tu propia madre deja mucho que desear… Lo cierto es que mientras no sanes esa parte de ti, la vida te traerá el mismo tipo de persona.
¿Cuántas veces has vivido una situación laboral en la que te explotan? Quizás tantas como necesites aprender a poner límites… Puede que como no podemos cambiar lo que sucede, pero si la forma como reaccionamos a lo que sucede, es momento de aceptar esa situación difícil que nos proporciona un ingreso, para respetar el horario de salida y valorar como nunca a esa familia que nos espera…
¿Y esa sensación de impotencia cuando nos enfermamos una y otra vez? Puede que sea el momento de centrar nuestra atención en nuestro cuerpo, de entender que es un aliado, un verdadero compañero de vida, ¿le ayudamos lo suficiente? ¿dormimos lo que necesitamos? ¿le alimentamos de forma sana?
Así que te invito a ver todas y cada una de las situaciones que se repiten en tu vida como una llamada de atención para que encuentres un camino hacia tu bienestar emocional, que pasa siempre por amarte y colocarte en primer lugar. No en plan egoísta, sino en conexión con aquello que deseas realmente para ti. Ti tienes la llave para estar bien, sólo es cuestión de sostener la atención en lo que realmente deseas en tu vida.
Adelma Stolbun.
Psicóloga sanitaria, colegiada M26726. Autora del método “Atención Sostenida: Un camino hacia el bienestar emocional”. Imparte terapia individual y de pareja en su propio centro. www.atencionsostenida.com